El baklava, baklawa o baclava (del Griego baklava1), es un pastel turco elaborado con una pasta de pistachos o nueces trituradas, distribuida en una masa filo y bañado en almíbar o jarabe de miel. Existen diversas variedades que incorporan avellanas y almendras, entre otros frutos secos y kaymak, procedente de la cocina turca. Puede encontrarse con diferentes nombres en la gastronomía de Oriente Próximo y países árabes, de Grecia, del Subcontinente Indio y de los Balcanes.
La historia del baklava se remonta a la antigua Mesopotamia. Se cree, sin embargo, que los asirios, cerca del siglo VII a. C., fueron los primeros en colocar unas pocas capas de masa de pan junto a nueces trituradas entre esas capas, añadiendo un poco de miel y horneándolo en sus hornos de madera primitivos. Esta temprana versión del baklava se cocinaba sólo para ocasiones especiales, siendo de hecho considerado históricamente una comida para las clases acomodadas hasta mediados del siglo XIX.
Los marinos y mercaderes griegos que viajaban hacia Mesopotamia, pronto descubrieron las delicias del baklava y llevaron la receta a Atenas.
Ingredientes
3 láminas de masa filo
100 gr de nueces trituradas
Un poco de mantequilla fácil de untar
Aceite para freír
Almíbar
Manera de Preparación
Cortar cada lámina a 3 partes, luego, al principio de cada parte, poner una cantidad adecuada de nueces triturada y empezar a enrollar juntando los dos lados de la masa hasta el final de la masa, donde hay que untar un poco de mantequilla para cerrar la pieza bien y trabajar así con el resto de las láminas.
En una sartén, calentar el aceite bien, luego, empezar a freír las baklavas crudas.
Cuando las baklavas tengan un color dorado, sacarlas y ponerlas en almíbar durante unos minutos.
A continuación, sacarlas de almíbar, ponerlas en un plato y enfriárselas y listo para servir.
Nota: la baklava en esta receta hecha al estilo griego y en Siria suele usar pistachos u otro tipo de frutos secos pero no nueces.
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